Convivir y no prohibir

 

Soy animalista

- “Llegará un día en que los hombres verán el asesinato de un animal como ahora ven el de un hombre”.

  Leonardo da Vinci.

Un día sí y otro también, escuchamos y leemos noticias sobre animales, ya sea sobre los toros, la caza, o los abandonos de perros. ¿Está de actualidad el animalismo? Rotundamente no. Lo que pasa es que todos tenemos cada día más conciencia social. Hay una creciente sensibilización y empatía sobre el maltrato a los seres que viven, sienten, nos acompañan y respiran el mismo aire que los que nos llamamos humanos.

“La educación -me decía mi abuelo- es esencial para que la sociedad avance en el respeto a los animales. El que es cruel con ellos, no puede ser buena persona”. Y con esa conciencia crecí. Y con ella vivo hoy día.

Yo me crie rodeado de perros, gatos, palomas, conejos y una mula torda, que murió de vieja, pero rodeada de cariño. Ella sacó la economía familiar a flote. Eran otros tiempos, con menos egoísmo, más honestidad, y egocentrismo de las personas.

- “Si los mataderos tuvieran paredes de cristal, todos seríamos vegetarianos”.

 Paul McCartney

Nuestra lujuria desmedida nos lleva cada vez más a explotar a los animales, a confinarlos en jaulas de por vida. No tenemos conciencia. Somos absurdos derrochadores de carne plastificada, plagada de hormonas que nos producen cada día más enfermedades, físicas y mentales.

Y nos seguirá pasando factura en el futuro.

Vivimos en un país que tira cada año casi ocho millones de toneladas de alimentos a la basura. Tenemos el capricho de no saber comer.

Pues yo prefiero vivir como decía : Darwin:

- “El amor por las criaturas vivientes es el atributo más noble del hombre”.

¿Cómo podemos permitir esta aberrante maldad hacia los animales, por parte de los humanos? ¿Es que no es posible otra conciencia social?

Y se defiende el asesinato de animales bajo el pretexto de que es un deporte. Pero se obvian las enfermedades que se producen mediante la contaminación de nuestros campos. La caza se extiende, y nuestros campillos absorben unas 6.000 toneladas de plomo al año, que, posteriormente terminan en nuestro organismo, a través de la cadena trófica. Los sembrados, están contagiados de todo tipo de enfermedades. Y suspiran por sobrevivir.

Yo elijo quedarme con las palabras de Tolstoi:

- “Si un hombre aspira a llevar una vida correcta, su primer acto debe ser abstenerse de dañar a los animales”.

España es un país infectado por el fanatismo en lo que se refiere al maltrato animal.

Rezuma violencia y sangre. Cuando la modernidad llegó a Europa en el siglo XIX, a los ilustrados no les dejaron cruzar los Pirineos. Los mantuvieron fuera de nuestras fronteras con intereses espurios. Este país no evolucionó en relación con el terror que ejercemos contra los animales.

Somos herederos de una cultura patriarcal, y ancestral, que desea seguir dominando al débil. Y cuando nos rebelamos contra ella, nos tildan de ‘antisistemas’ y ‘antipatriotas’. No nos dejaron entonces, ni admiten ahora, que evolucionemos. Estamos condenados a perpetuar la violencia, hacia todo y contra todos.

 Estudios recientes avalan que la violencia contra los animales está íntimamente   ligada  al maltrato contra las personas. “Alguien que maltrata a un animal es un   potencial agresor machista”. A. Requena

 Invitamos a subirse a nuestro carro a partidos de futuro. La verdadera izquierda de     este país, de nuestros pueblos.

 - “La compasión por los animales está íntimamente asociada con la bondad del   carácter. Puede afirmarse que quien es cruel con los animales no puede ser un buen   hombre”. Arthur Schopenhauer.

Manu & Willy