Konrad
Konrad
Ayer apareció una caja en el suelo de una calle, en su interior dos gatitos con un par de semanas, uno acurrucado a su hermano muerto.
En mi ciudad la temperatura en esta fecha es de 40º con suerte si estas a la sombra. Ese humano quizás los puso allí pensando que alguien les salvaría la vida, desconozco sus circunstancias y lo sucedido con la mamá gata. No quiero entrar en ese escabroso y a vergonzante tema.
Este pequeño tuvo mucha suerte, quizás una hora más tarde también hubiese muerto simplemente deshidratado. Sólo un día después, ya acostumbrado a su nueva madre y a su extraña tetina, estira sus patitas para que le induzcan sus necesidades. Y mientras él cambia nuestras vidas no puedo más que recordar los estudios sobre la impronta animal de Konrad.
Y así se llama nuestro amigo el diminuto gatete, que lejos de aprender de mí, simplemente me enseña. Hoy soy una inexperta mamá felina que no sabe serlo y lo convertiré en casi un bebé humano.
El no inventará nada, ni será escritor, pero Konrad ya sabe hacer algo mucho más importante, él sabe hacernos feliz.
M.J.R.H.
Viena, 1903 – Altenburg, 1989) Científico austríaco con un amplio reconocimiento mundial en el campo de la Zoología y la Etología.
En 1973 fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina-Fisiología que compartió con Karl von Frisch y Nicolaas Tinbergen.