Noches de silencio

 

Noches de silencio

 

 

  - ¡No te acerques más a mí ¡.

Y bajó los ojos y callado y en silencio, otorgando, se alejó hacia  un final que él no había decidido.

 

Y las lunas con sus noches empezaron a desfilar a través de sus sueños nunca conseguidos. Jamás serenados. 

  - ¿Viajamos?

Y volvió a estar junto a ella compartiendo esa sonrisa perdurable que tanto añoró durante un tiempo que le pareció toda una eternidad. Allí estaba de nuevo. Y retornaron las caricias bajo la luz de la luna.

 Y confluyeron en uno de esos parajes bellos, en los que la naturaleza es vida… y sonrisas,     gestos  y expresiones. Y ambos pensamientos convergieron, sin pronunciar palabras; solo   miradas.

 Y llegó la noche con su cielo limpio, estrellado y plano. Y los sonidos retornaron y se     envolvieron   de goce sin límites. En silencio, solo con la compañía de una luna llena;   resplandeciente. Les   bastaba con mirarse, soñar...y sentir. Era su noche; noche de mudez, de     lobos en el cañón.     Solamente escucharon el silencio de los sonidos con los que les seducía la   naturaleza y quienes la   habitaban. Fue música paradisíaca para sus batidos oídos.  

 

Y su perro – gruñe, siempre atento y protector les advirtió de un sonido que llamaba a la naturaleza; Posiblemente el aullido de un lobo, o el lamento de un animal herido. No supieron distinguir entre tantos sonidos con que les deleitaba la noche estrellada. Y abrazados se despidieron de la luna y de los sonidos intempestivos del mágico entorno.

El vuelo eterno de los buitres les unió de nuevo a la sombra de la luna y percibieron de nuevo el silencio infinito del cañón.

 

… Y cuando hayas matado al último lobo, dejarás al bosque sin voz, a la luna sola, y al ecosistema huérfano para el equilibrio de todo.

 

Fueron noches de luna, noches de lobos, noches de amor.

 

 

  Manu & Willy